PARÍS, Francia.- El abogado francés Gilles Devers se ha convertido en representante de las víctimas palestinas de los bombardeos sobre Gaza y ha denunciado ante la Corte Penal Internacional (CPI) las acciones de Israel en curso en la Franja.
Devers le dijo a la Agencia Anadolu que presentó una denuncia ante el tribunal con sede en La Haya por los ataques aéreos de Israel en Gaza, al acusar al país de “genocidio”.
Agregó que los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el genocidio se están tratando por separado en la CPI, y añadió que los sufrimientos de los palestinos son diferentes a los de los musulmanes rohinyá.
Según él, la situación en Gaza es peor que la de Srebrenica en 1995, cuando 8.600 personas fueron asesinadas durante lo que se consideró un genocidio.
“Tenemos una gran cantidad de pruebas, por lo que solicitamos una orden de arresto contra (el primer ministro israelí Benjamín) Netanyahu”, dijo Devers. “Encontramos imágenes impactantes de soldados israelíes actuando por venganza, que podrían considerarse inhumanas”, agregó.
El abogado sostuvo que amenazar la existencia de una comunidad, cortar el acceso a necesidades básicas como electricidad, agua, alimentos y servicios de salud, bombardear hospitales y civiles, y obligar a las personas a desplazarse equivale a genocidio.
Israel continuaba ayer con ataques aéreos y terrestres sobre la Franja de Gaza, que no han parado desde la incursión de Hamas el 7 de octubre, en la que los militantes palestinos asesinaron a 1.400 personas.
En los bombardeos y ataques israelíes murieron más de 11.500 palestinos, entre ellos más de 7.800 mujeres y niños.
Según él, la CPI es el único organismo de justicia internacional que reconoce a Palestina como Estado. “Nuestro trabajo no es política ni religión, sino defender los derechos”, indicó Devers, y elogió que cientos de abogados se unieran a su iniciativa desde más de 20 países.
Terror y sangre
De este lado del Atlántico también se disputa la narrativa. Ayer, la embajada israelí en Buenos Aires convocó a políticos, líderes sociales, periodistas y artistas a una proyección cerrada con imágenes sobre la masacre cometida por Hamas, el 7 de octubre, en Israel.
La presentación estuvo a cargo del embajador en la Argentina Eyal Sela, y el Agregado de Defensa israelí, Coronel Amit Guy, quienes explicaron la dinámica y las condiciones del encuentro. También estaba el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley.
Las imágenes, sin editar, fueron autorizadas por los familiares de las víctimas, que quisieron que el mundo fuera testigo de la barbarie yihadista. Está prohibida su reproducción pública total o parcial, por lo que para el público queda el relato de los que asistieron.
El video de 43 minutos expuso secuestros, decapitaciones, el ultraje de cuerpos sin vida, fusilamientos en plena ruta, incendios de viviendas, todo en un marco de sadismo sin límites.
Las imágenes muestran también la desesperación por la supervivencia de las víctimas, que intentan esconderse para no ser localizados y tratan de hacer silencio adivinando, con susurros, dónde estarán. Segundos después son hallados y ejecutados. Los extremistas festejan: “¡Alá es grande!”; “¡soy un héroe!”; “¡muere, perro!”.
“La idea de mostrar esto es que se sepa que existió, que entraron a las casas. Lo que más duele es ver cómo festejan. Es la peor masacre (contra judíos) desde la Segunda Guerra Mundial, desde el Holocausto”, dijo el embajador Sela.